Esta demostrado que la practica del deporte promueve la salud física y mental. A pesar de las reglamentaciones y evidencia científica en su contra, la industria sigue sigue vinculando la conducta de fumar con el hábito del deporte.
Un estudio realizado por la revista nacional de enfermedades respiratorias, demostró que el rendimiento físico de los que nunca han fumado es mejor que el de los que fuman.
Se sabe que el tabaquismo es el problema #1 en el mundo, a pesar de estar asociado a una cantidad creciente de enfermedades y es responsable de más de 300 millones de muertes al año.
Los cigarros además de la planta de tabaco incluyen sustancias químicas que afectan directamente al cuerpo y por consiguiente al rendimiento físico.
Uno de los problemas que sufrirá el deportista si fuma es que el rendimiento se verá disminuido, para hacer ejercicio necesitamos oxígeno, al fumar, lo que estarás haciendo es introducir el monóxido de carbono en el cuerpo, provocando que los glóbulos rojos tengan menos capacidad de llevar a los órganos oxígeno. Es decir, la capacidad disminuye de manera considerable ante la falta de oxigenación.
Fumar también causará daños en tus pulmones y sobre todo alveolos. Si los alveolos dejan de funcionar correctamente, el cuerpo no es capaz de conseguir todo el oxígeno que necesita, provocando que el deportista en ocasiones incluso tenga sensación de agotamiento precoz en los ejercicios más exigentes.
También provocará aumento en tu frecuencia cardiaca y aumentará la presión sanguínea. Debido a esto el corazón tendrá que hacer mayor esfuerzo, lo cuál se traduce en un mayor consumo de energía y una bajada de rendimiento, con respecto a los niveles que se podrían conseguir si no se fumara.
Otras consecuencias que provoca fumar, es que, la fuerza muscular disminuye, al igual que tu flexibilidad, provocando mayor riesgo de lesiones, esto hará al deportista mucho más difícil el cumplimiento de sus objetivos.